Los trabajos de rehabilitación los asociamos, normalmente, a edificios que, o bien por su uso o bien por su edad, necesitan pequeñas o grandes intervenciones dependiendo del diagnóstico. Pero… ¿qué pasa con las infraestructuras? ¡También éstas necesitan ser rehabilitadas!A continuación, se desarrolla el proceso constructivo para la rehabilitación de colectores que, además de estar en servicio, suelen ser espacios confinados que limitan el uso de equipos y los movimientos de los mismos.
- Trabajos previos: Antes de empezar la rehabilitación del colector, será necesario dotar la zona de iluminación, verificar que la ventilación es correcta y canalizar provisionalmente las aguas por un lateral del mismo colector.
- Demoliciones: Habilitada la zona de trabajo, se procederá a demoler la solera del colector, retirando los escombros mediante sacos que se irán subiendo a la superficie a través de los pozos.
- Hormigonado: Con la superficie libre de escombros, se colocará la cubeta de gres, la cual actuará de encofrado. Posteriormente se verterá y vibrará el hormigón que será introducido mediante manguera a través de los pozos.
- Acabados: Una vez el hormigón haya adquirido la resistencia adecuada, se extenderá la lechada y se realizarán los trabajos finales de limpieza, retirada de la canalización provisional, así como del alumbrado.
Imágenes sacadas de un proyecto de BIMSA
Ahora, cuando veáis un edificio en rehabilitación, podréis preguntaros ¿también habrá alguien trabajando en el subsuelo?
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