Cuando oyes hablar de aluminosis, la gente empieza a temblar para que su vivienda no está hecha con cemento aluminoso.
El cemento aluminoso se empleó durante el siglo XX por sus altas resistencias y su proceso de fabricación, puesto que el proceso de endurecimiento es mucho más rápido que el cemento normal. Las estructuras más comunes donde lo podemos encontrar en España, es en su uso como viguetas prefabricadas de hormigón usadas en forjados unidireccionales. El precio de estos materiales fabricados con cemento aluminoso era más caro, pero al endurecer mucho más rápido, se podía acelerar el proceso de construcción.
El cemento aluminoso se ve afectado por su pérdida de alcalinidad, puesto que el cemento aumenta de tamaño y al resquebrajarse, se quedan al descubierto las armaduras internas, que con la humedad se corroen y pierden sección, provocando el fallo de la vigueta y poniendo en peligro la seguridad y estabilidad de la estructura.
A pesar de que tener viguetas de cemento aluminoso es una mala noticia, se pueden arreglar con los siguientes sistemas constructivos:
- Refuerzo con fibra de carbono: en el caso de que la vigueta haya perdido su capacidad mecánica, pero sin quedar del todo comprometida, se puede realizar una reparación mediante la colocación de una lámina de fibra de carbono en el ala inferior de la vigueta. La lámina se fija mediante mortero de resinas el cual mejora su protección frente a la humedad.
El primer paso será la limpieza de la superficie de la vigueta de hormigón1, para a continuación aplicar el mortero de resinas2. A continuación, se aplicará el mismo mortero de resinas a la lámina de carbono3. Ésta se adhiere a la vigueta de hormigón4 y se comprime5 mediante un rodillo para que se fije perfectamente sin generar huecos ni espacios libres. Por último, se espolvorea6 un mortero de fijación y ya se puede aplicar el revestimiento final.
- Sustitución funcional con mecanovigas: si por el contrario la capacidad de la vigueta es prácticamente nula, hay que sustituir dicha vigueta. Para no tener que derribar el forjado, se puede instalar una “V” de chapa metálica y rellenada con mortero sin retracción.
Este elemento se dispone de dos apoyos1 en los extremos los cuales se fijan a la pared de carga o jácena donde descansa la vigueta afectada y posteriormente se instalan tramos telescópicos2 de la pieza metálica en forma de “V” hasta cubrir toda la longitud de la vigueta de punta a punta. Los diferentes elementos metálicos se unen3 entre sí y una vez unidos, se rellena4 con mortero sin retracción el espacio que queda entre la vigueta original y la vigueta metálica nueva.
De este modo, el trabajo resistente recae en la nueva vigueta metálica y en caso de fallada de la vigueta de cemento aluminoso, el forjado no vería comprometida su estabilidad.
- Instalación de perfil metálico nuevo: Otra opción parecida a la anterior es la de la instalación de un perfil metálico tipo IPN o IPE justo debajo de la vigueta afectada. El único inconveniente es que no se garantiza la unión de la vigueta afectada con la nueva vigueta metálica.
Este último caso es el que menos nos satisface puesto que no existe unión entre la viga antigua y el nuevo elemento estructural, ya que solo existe el apoyo que, en caso de rotura de la viga de hormigón, se podría desplazar y no garantizaría la estabilidad del forjado.
No todas las soluciones son tan drásticas como el derribo del forjado afectado, puesto que es muy probable que tenga solución, aunque por nuestra experiencia, dichas reparaciones no son del todo económicas.
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Fotos extraídas de Renovak y Noubau