El modelo de construcción industrializada va abriéndose paso cada vez más en el sector de la construcción, afianzándose a través de la apuesta por la misma de grandes constructoras y empresas del sector, llevando el sector a otra dimensión (impresión 3D, BIM, uso de drones, sistema de certificación ambiental y especialmente la industrialización).
Este modelo surge ante la necesidad de mejorar los procesos de construcción tradicionales que, por lo general, consisten en procesos lentos con multitud de factores de difícil control (retrasos por condicionantes climatológicos, alto impacto ambiental, riesgos laborales, etc.) con tasas de productividad que se mantiene prácticamente igual en los últimos años. Todo ello, sumado a la escasez de mano de obra, a las nuevas tecnologías que van apareciendo en el mercado junto a la digitalización y automatización de procesos internos, plantean un escenario en el que ésta ha de reinventarse a través de una profunda transformación con nuevos modelos de negocio innovadores.
¿Cómo podríamos definir la construcción industrializada?
Partiendo de la definición de modelo tradicional como la construcción de un edificio en su emplazamiento físico definitivo, podemos indicar que la construcción industrializada basa su modelo de construcción en la fabricación en taller (“ex situ”) con un posterior montaje en obra. De este modo, al realizarse el proceso de producción en un entorno controlado y automatizado, permite un mejor control y optimización del tiempo y los recursos con una generación de residuos notablemente inferior, lo que reduce el impacto ambiental de las obras. Esto último, va en la línea del Acuerdo de París en el que se establece que todos los edificios deben generar cero emisiones en 2050 durante todo su ciclo de vida.
A modo de ejemplo, mientras que para la ejecución del muro de fachada en el proceso convencional se requieren de 7 fases (colocación de ladrillo hoja exterior fachada, colocación de cargadero, ejecución de precercos y enfoscado, colocación de canales y montantes para el trasdosado de yeso laminado, paso de instalaciones e instalación de aislamiento y finalmente colocación de las placas de yeso) en la construcción industrializada se reducen en 3 (transporte de módulo de muro de fachada completo, izado del mismo con grúa e instalación de muro completo incluyendo carpinterías e instalaciones). Así, podemos sintetizar los procesos del modelo industrializado en las siguientes fases:
En la siguiente imagen se resumen las principales características contrapuestas de ambos modelos constructivos entorno al equipo de trabajo, detalles constructivos, costes y tiempos de ejecución, seguridad y salud, productividad y tipología de materiales:
Modelo industrializado. A la hora de abordar un proyecto de construcción industrializada, se requiere de la definición previa de todas las características del edificio pues en proceso de montaje estos cambios se tornan complejos. Es por ello que una de las primeras tareas es la de definición de la unidad mínima, que tendrá una posterior repercusión sobre otras variables y condicionantes, coste de fabricación, complejidad del producto final, facilidad de transporte y montaje, etc. Tal y como se indica en el Libro Blanco de la Industrialización, el número de dimensiones de la unidad mínima responde a uno de los actos de mayor importancia, clasificándose en:
Este sistema permite, un ahorro de al menos un 30% respecto a los plazos establecidos en la construcción tradicional debido a que se eliminan los tiempos de espera en obra lo cual desemboca en la reducción de los márgenes de error y los sobrecostes asociados. A modo de ejemplo, mientras se ejecutan los trabajos iniciales en el solar (movimiento de tierras y cimentación), se están ejecutando en taller las distribuciones de las viviendas.
Los sistemas de construcción industrializada pueden disponer de un DAU (Documento de Adecuación al Uso) que emite el ITeC (Instituto de la Tecnología de la Construcción) en el que se constata la calidad del producto con relación a sus prestaciones como sistema constructivo, acreditando que cumple con la normativa vigente de aplicación (seguridad estructural, ahorro de energía, seguridad en caso de incendio, salubridad, seguridad de utilización, protección frente al ruido y otros), respondiendo a la misma estructura que el CTE.
Asimismo, el proceso de construcción industrializada 4.0. integra metodologías de construcción como BIM y Lean Construction, en dónde la construcción se parezca más a un proceso de fabricación, minimizando el uso de materias primas, lo que implica una mejora en la eficiencia y la optimización de recursos. Este nuevo enfoque hace necesario el contacto continuo de los agentes implicados desde el primer momento. Se hace uso de la tecnología Blochain para el intercambio de información y transacciones codificadas entre participantes, gestionando las tareas y su aprobación de forma colaborativa y participativa.
Perfiles profesionales. Este modelo demanda de la transformación de los perfiles de trabajo convencionales puesto que la digitalización requiere que el personal sea capaz de manejarlos e integrarlos en una nueva estructura organizativa. Por lo tanto, los nuevos perfiles solicitados tienen que reunir las siguientes características:
- Especialización del área de construcción industrializada en la que se trabaje
- Capacitación informática y manejo de nuevas tecnologías
- Predisposición a la colaboración entre agentes
- Capacidad de coordinación entre actividades dentro del proceso constructivo
- Habilidades directivas
- Conciencia en la separación y reciclaje de materiales
Así pues, uno de los principales retos para la implantación de la construcción industrializada será la gestión de las personas, en el que se requiere de nuevos perfiles técnicos en una bolsa de trabajo que, actualmente se encuentra menguada con una escasez de jóvenes trabajando en el sector (menores de 25 años).
- Sostenibilidad
- La contaminación (emisión de CO2 y otros gases) de la edificación (56%) es superior a la producida por coches, procesos industriales y uso de energia en la industria o la agricultura.
- La construcción industrializada nos permite una reducción del 60% de las emisiones de CO2 en su construcción y del 30% durante su vida útil. Disminución del consumo de recursos en su fabricación y mantenimiento, un mayor reciclaje y reutilización de materiales.
- Seguridad y salud
- Reducción de los riesgos que comporta la ejecución in situ de una obra. Entornos más seguros y saludables para los trabajadores.
- Según los datos aportados en el Libro Blanco de la industrialización, la incorporación de elementos prefabricados a la construcción reduce considerablemente el porcentaje de accidentes por lo que, si bien la nueva forma de construir aportará nuevos retos a la seguridad, eliminará muchos otros riesgos.
En suma, la construcción se está viendo inevitablemente encaminada a su reinvención con enfoques más sostenibles, eficaces y eficientes que pasa por una industrialización de la misma a la par que por la adopción de las metodologías BIM y Lean. Ello supone recorrer un largo camino ya que existen algunos obstáculos que sobrepasar que radican, principalmente, en el elevado grado de inversión inicial para acometer un negocio de estas características en un entorno laboral cíclico y fragmentado. Pese a todo, en miras a la escasez cada vez más patente de mano de obra, en un mercado de constante evolución, resulta inevitable orientarse a modelos de construcción industrializada con soluciones de calidad, sostenibles y rápidos.
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Datos extraídos del libro blanco de industrialización del Grupo Avintia
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