La elaboración de Planes de Emergencia para presas se recoge por primera vez en España en la Directriz Básica de Planificación de Protección Civil ante el Riesgo de Inundaciones, aprobada el 9 de diciembre de 1994, introduciendo como novedad en la determinación de los criterios esenciales de seguridad la consideración de los daños potenciales que produciría la presa en caso de rotura o funcionamiento incorrecto.
En función de los daños esperables se establecían tres categorías, A, B o C y de esta clasificación se derivaba la obligatoriedad de aprobar e implantar Planes de Emergencia para aquellas presas que resultasen inclusas en las categorías A o B. En la modificación del Reglamento del Dominio Público Hidráulico, aprobada por el Real Decreto 9/2008, de 11 de enero, se incluyen expresamente las balsas en su ámbito de aplicación.
Las funciones principales de un plan de emergencia son:
El procedimiento establecido para aprobar e implantar los planes de emergencia de presa es el siguiente:
Actualmente, con datos de septiembre de 2020, la situación de las presas españolas es la siguiente:
Todas las presas y balsas clasificadas en las categorías A o B deberán contar, como mínimo, con los siguientes sistemas de seguridad:
Esto, junto con la obligatoriedad de revisar y actualizar el plan de emergencia de cada instalación cada 4 años, hace que la mayoría de las presas existentes en el territorio nacional requieran o puedan requerir durante su vida útil de una o varias intervenciones para adecuarlas a los requisitos establecidos en cada uno de los planes que se vayan aprobando. El alcance de estas obras lo determinará el informe realizado por la Dirección General del Agua.
Gracias a estos mecanismos de protección y a la experiencia adquirida durante los últimos 20 años en materia de seguridad de presas y balsas, las infraestructuras hídricas de nuestro país son instalaciones seguras incluso en el caso de que se produzcan fallos de funcionamiento o rotura de las mismas.
Hoy por hoy es muy difícil que se repitan catástrofes como la que el 9 de octubre de 1963 se produjo en Italia. El desbordamiento de la presa de Vajont, en la región de Friuli-Venezia-Julia, se cobró más de 2.000 vidas humanas entre los habitantes de los pueblos aledaños al embalse y los situados aguas abajo del mismo, siendo uno de los mayores desastres que se recuerdan en la ingeniería civil.
Con la implantación de los Planes de Emergencia de las presas de una manera correcta y responsable se consigue que los posibles fallos o incluso eventos de sabotaje no lleguen a provocar daños materiales y personales de envergadura.
También podéis consultar en nuestro blog la clasificación de presas.
Fuentes:
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