La red de carreteras en España ha tenido un crecimiento vertiginoso en los últimos 40 años, desarrollando diferentes planes estratégicos, y aumentando de forma sostenida la capacidad y calidad del sistema. No obstante, ahora profundizamos en la cuestión que ya planteamos en un artículo anterior, en relación a la conservación de carreteras: ¿cómo mantener la seguridad, comodidad y fluidez del tráfico por carretera durante el periodo invernal? Hoy presentamos el concepto de vialidad invernal.
Sin duda puede resultar mucho más atractivo para la opinión pública el hecho de construir obra nueva, más que conservar las infraestructuras ya en servicio. Ello cambia bajo la óptica del valor patrimonial de los activos, cuando nos damos cuenta de que conservarlos mantiene su valor a lo largo del tiempo: las actuaciones preventivas de conservación de carreteras son siempre más indicadas y económicas que las curativas o correctivas.
Entonces, ¿por qué en la península Ibérica, mayormente de clima mediterráneo, bajo la premisa de “sol y playa”, debería invertirse de forma sostenible y sostenida en vialidad invernal? El lector recordará el último episodio de bloqueo viario en la mayor parte del país que tuvo lugar en los primeros días de este 2021.
La opinión pública condenó en relación al temporal Filomena que las Administraciones no lograran avisar de forma conveniente a los conductores y usuarios del transporte público de los fuertes espesores de nieve que se podían alcanzar, de la necesidad de quedarse en casa, de la conveniencia de disponer de cadenas en cotas relativamente bajas, de que no dispusieran de acopio de sal suficiente para quitanieves o vecinos, o de que la circulación en ciudades de tanto peso como la propia capital no retomase la normalidad hasta varios días después.
En este sentido, el hecho de que la media de las temperaturas sea cálida durante la mayor parte del año, no implica que puntualmente los fenómenos meteorológicos sean de una magnitud extraordinaria, mucho más agresivos de lo que podrían marcar los registros históricos empleados a menudo para proyectar capas de firme o dimensionar recursos de los centros de conservación de carreteras. Esto es efecto del cambio climático, y necesita de un cambio en la mentalidad de los propios ciudadanos en cuanto a la conservación durante el invierno. Ahondando en ello, ya no se trata de que una obra se pare porque se acumulan espesores de nieve considerables, sino que la actividad diaria de todos se entorpece.
Retos de futuro
Dicho lo cual, y sin ánimo de ser exhaustivos, hay una serie de retos que la Red de Carreteras española debería afrontar para estar más preparada frente a los próximos eventos meteorológicos extremos que con seguridad ocurrirán en los próximos inviernos:
- Información en tiempo real y nuevas tecnologías. Los conductores y población en general deberían disponer fácilmente en su dispositivo móvil de aplicaciones para conocer los avisos de AEMET, DGT, SCT, etc. integrados con aplicaciones que ayuden a planificar rápidamente desplazamientos en transporte público, con horas valle de los itinerarios de transporte, o donde fuera sencillo reportar incidencias en la red (creando feedback con las Administraciones encargadas de la conservación de carreteras).
- Actuación temprana y coordinada de las Administraciones. Las Administraciones deben encontrar el modo de solventar las oquedades que los modelos meteorológicos pueden tener con eventos extremos muy localizados en el tiempo. En el caso de las olas de calor es más difícil actuar sobre el estado de las carreteras para cambiar las condiciones del firme, pero sí se puede actuar sobre el estado de la carretera cuando se sufre una ola de frío.
- Dimensionado de los medios humanos y materiales. En ocasiones se deberá sobredimensionar la cantidad de NaCl o CaCl2 acopiada en los silos, o tener disponibles conductores y maquinarias suficientes de noviembre a marzo (periodo de vialidad invernal) para ser más eficaces en la preservación del derecho a la libre circulación de personas y mercancías que recoge la CE.
En este sentido, no solo los sectores de conservación con predominio de carreteras de alta montaña han de estar preparados para grandes espesores de nieve, hecho que debería contemplarse cada vez más en los propios Pliegos redactados para los contratos de conservación de carreteras.
Plan de Vialidad Invernal del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana
¿Conocías el concepto de vialidad invernal?
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Fotos extraídas de 20 Minutos y Traveler
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